Falso. Existen algunos sitios en internet que están divulgando rumores de que la vacuna antitetánica contiene la hormona gonadotrofina coriónica (hCG) y que está siendo utilizada para controlar la natalidad en países subdesarrollados (25,26,27). Esta campaña antivacunas nació en México, Nicaragua, Filipinas y Tanzania en 1994 para disuadir a las mujeres de recibir la vacuna contra el tétanos (toxoide tetánico) ya que argüían que la OMS junto a UNICEF estaban usando a mujeres como conejillos de indias en un experimento para probar una vacuna anti-fertilidad, apuntando a países donde el crecimiento de la población era alto. Esta campaña fue promovida por grupos pro-vida (Human Life International) que repartieron esta información por internet, alcanzando más de 60 países alrededor del mundo (27). A partir de la controversia, las vacunas utilizadas fueron sometidas a ensayos en seis laboratorios de cinco continentes utilizando técnicas validadas apropiadamente y todos los estudios mostraron que las vacunas con toxoide tetánico no contenían la hormona hCG (27). Este mito mezcla realidad con fantasía, ya que, efectivamente, en 1992 un grupo de científicos indios liderados por el Dr. Talwar estaba investigando una vacuna antifertilidad que utilizaba hormona gonadotrofina coriónica (hCG); la hCG utilizada en el ensayo clínico se acopló con un “portador de proteínas” para estimular la producción de anticuerpos contra la hCG y así evitar el embarazo. En el caso del estudio en cuestión, los portadores de proteínas utilizados fueron toxoides diftérico y tetánico, que están disponibles de forma relativamente barata y se producen en condiciones que los hacen aceptables para uso humano (27,28). Es importante aclarar que esta vacuna no es la que se utiliza en los programas de inmunización a la población.

Farmacoviligancia