Tanto la genética como los malos hábitos alimentarios son los responsables de que cada vez se diagnostique a más niños con problemas de colesterol, los cuales pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares en la vida adulta. De acuerdo estudios de endocrinología infantil, los menores que tienen niveles elevados de colesterol o hipercolesterolemia generalmente padecen de un trastorno metabólico que implica un mal manejo de los lípidos o grasas, que son los principales responsables de la producción de colesterol. Esta alteración tiene un origen genético, por lo tanto, las personas que la padecen pueden heredársela a sus hijos.

Salud Ambiental