Las vacunas deben ser elaboradas en plantas farmacéuticas certificadas con el cumplimiento de las buenas Prácticas de Manufactura (BPM o GMP por sus siglas en inglés) esto implica que son fabricadas bajo condiciones rigurosamente controladas que garantizan contar con una vacuna de calidad, eficaz y segura para la población. Además se deben cumplir al menos con las siguientes etapas: estudios preclínicos, estudios clínicos, formulación, elaboración, envasado, control de calidad, autorización y comercialización, todas estas etapas supervisadas por la Agencia Reguladora de Medicamentos del país fabricante.
Los efectos de las vacunas, tanto en animales como en la población humana, son medidos a través de la conducción de estudios clínicos rigurosos que deben cumplir tanto con principios éticos como por estándares de calidad. Todos los estudios tendientes a verificar la, seguridad, eficacia y calidad de una vacuna está respaldado a través de lineamientos internacionales promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)., (Última actualización 11-03-2021)
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