En el segundo día de las Jornadas Científicas realizadas por el Instituto de Salud Pública de Chile, la expositora, Dra. Sandra Cortés, miembro del Comité Científico Asesor de Cambio Climático (C4) del Ministerio de Ciencia; presentó la ponencia “Clima y salud: Desafíos para Chile”. En la instancia, evidenció como parte de la población chilena se ha afectado por este fenómeno ambiental global.
“El cambio climático, tiene directa relación con la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables, generalmente más de tres décadas” señaló la Dra. Sandra Cortés.
Mencionó que, en el año 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático definió 9 criterios de vulnerabilidad asociadas a esta realidad, donde Chile tiene 7:
- Áreas costeras a baja altura.
- Zonas áridas y semi áridas.
- Zonas con cobertura forestal y expuestas al deterioro forestal.
- Territorio susceptible a desastres naturales.
- Áreas urbanas con problemas de contaminación atmosférica.
- Ecosistemas montañosos.
- Zonas propensas a la sequía y la desertificación.
Sostuvo que, en el país, entre los años 2014 y 2023, se incrementó 118% el número total de días de ola de calor experimentados por niños menores de un año y mayores de 65 años, lo que es un 390% mayor que el periodo 1986 – 2005.
A lo anterior, se suma que aumentó un 44% la pérdida de horas laborales potenciales debido a la exposición al calor desde la década de 1990.
En relación a la falta de precipitaciones, entre los años 2019 y 2023 el 54% de la superficie terrestre experimentó sequías extremas duramente al menos 1 mes/año, el 38% durante al menos 3 meses y el 22% durante al menos 6 meses.
Recomendaciones transversales para la acción climática:
- Indicadores robustos: mejorar los sistemas de alerta temprana, monitoreo y medición.
- Enfoque ecosistémico ampliado e intersectorialidad
- Enfoque territorial y justicia climática.
La experta también se refirió a la emergencia de salud pública debido a la presencia del mosquito Aedes aegypty, detectado en regiones sin historial como Los Andes y Valparaíso. Lo anterior, debido al alza de las temperaturas que transportan al vector hacia regiones cada vez más al sur de Chile.
“Debe existir una oportunidad para la salud pública, ocupacional y ambiental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recalca el concepto de UNA SALUD, lo que significa abordar los impactos del clima en la salud de las personas, la resiliencia y descarbonización de los sistemas de salud y promoción de los cobeneficios de la acción en otros sectores” concluyó Cortés.