Instituto de Salud Pública

Una serie de recomendaciones para administrar los peligros asociados al manejo manual de carga por parte de los trabajadores en las empresas del país, emitió el Instituto de Salud Pública de Chile.

Las propuestas están contenidas en la primera versión de la “Guía para la Gestión del Riesgo Asociado al Manejo Manual de Carga (MMC)”, que saldrá a circulación en los próximos días, y que fue elaborada por su Departamento Salud Ocupacional de dicho organismo, principalmente con el propósito de facilitar la aplicación y utilización de la “Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos Asociados al Manejo o Manipulación Manual de Carga”, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social de Chile 2008

Esta nueva guía de apoyo se basa en un modelo simple ya integrado en la guía ministerial, lo cual ahora esta fácilmente disponible y reconocible para su uso práctico y masivo por parte de todos los involucrados en los procesos preventivos de las empresas a nivel nacional.

Esta nueva guía señala paso a paso las acciones a seguir para cumplir con este objetivo preventivo, adoptando el modelo expresado en un diagrama de flujo confeccionado para tal efecto y siguiendo sus indicaciones.

Al respecto, el jefe de la sección Ergonomía, Luis Caroca Marchant, explicó que el objetivo de la publicación es apoyar la gestión del riesgo asociado al manejo manual de carga, facilitando la  utilización de la “Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos Asociados al Manejo o Manipulación Manual de Carga”, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social del año 2008, y promocionando su utilización en las empresas del país, lo que permitirá disminuir las enfermedades ocupacionales y mejorar la calidad de vida en el ámbito laboral.

“Hemos tomado como base para este trabajo, la Guía Técnica señalada, y a partir de ella, más una serie de otros insumos, investigaciones y fuentes, hemos confeccionado este documento que, de forma amigable, sencilla y clara, acerca los contenidos al lector para ponerlos en práctica”, indicó.

En tal sentido, precisó el profesional, la guía pasa a ser un  aporte más para que las empresas, sin perjuicio de la existencia de otros modelos de gestión, puedan interiorizar y/o reforzar lo que están haciendo en este campo, tanto en los aspectos operacionales como en los preventivos.

De ahí que esta guía tenga utilidad tanto en empresas públicas como privadas, así como igualmente como un apoyo directo a los trabajadores para fomentar y mejorar los procesos con presencia de riesgos, minimizándolos y promoviendo la intervención en relación al manejo manual de carga.

“Creemos en específico que será un aporte importante a los profesionales de prevención de riesgos de las empresas, a los organismos administradores de la Ley 16.744, a los comités paritarios de higiene y seguridad, y a quienes hoy en día son parte de las disciplinas de la salud ocupacional y la ergonomía en el país”, puntualizó.

La Encuesta Laboral (ENCLA) del Ministerio del Trabajo de los años 2008 y 2011, dejó en evidencia que los trabajadores chilenos percibían que la sobrecarga muscular, así como el manejo de carga en acciones como levantarla, trasladarla o arrastrarla, eran los mayores riesgos presentes dentro del ambiente laboral.

A eso se sumaba la escasa preocupación por los trastornos músculo-esqueléticos (TME), y que a pesar de que eran frecuentes, sólo un 21,5% de los empleadores y un 18,4 % de los trabajadores reconocen estar preocupados de implementar medidas para prevenirlas. De hecho, el año 2011 las acciones preventivas de estos trastornos sólo alcanzaron un 21,7%.

Poco antes, el año 2005, había entrado en vigencia la Ley Nº 20.001, que regula el manejo manual de carga en Chile. Ese mismo año se publicó su reglamento a través del DS Nº 63/2005.

En el año 2008 y basada en el reglamento de 2005, se publicó la primera “Guía Técnica para la Evaluación y Control de los Riesgos Asociados al Manejo o Manipulación Manual de Carga”, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.

Esta publicación estableció criterios para la evaluación y control, dirigidos a cumplir con las exigencias de la Ley Nº 20.001 y del Decreto Supremo N° 63, junto a los procedimientos de evaluación de los riesgos a la salud y a las condiciones que enfrentan los trabajadores, derivadas del manejo o manipulación manual de carga.

Sin embargo y en los años sucesivos, distintas consultas a expertos han detectado una baja gestión del riesgo en este ámbito, así como una baja utilización de la Guía técnica ministerial. No obstante, es de consenso entre especialistas la importancia de sus contenidos, así  como la necesidad de promoverla a través de estrategias que la acerquen a los públicos de riesgo y a todos los involucrados en los procesos preventivos de las empresas a nivel nacional.

“El ISP a través de su Departamento Salud Ocupacional, se hizo parte de esta necesidad, profundizando y promoviendo un modelo de gestión ya señalado en la guía ministerial.  Con ese norte observó la situación y, junto a profesionales expertos en ergonomía provenientes especialmente de los organismos administradores de la Ley 16.744, desarrolló esta nueva guía que en una forma simplificada, actualiza los contenidos y los pone a disposición de los potenciales usuarios”, subrayó Caroca.

Las recomendaciones de la guía:

La guía también destaca los aspectos basales para articular una gestión preventiva respecto al manejo manual de carga,  como es el de trabajar con un enfoque participativo. “Por ejemplo, es una buena opción formar equipos de trabajo que guíen los procesos de intervención, integrado por los empleadores, trabajadores, supervisores, prevencionistas, expertos en salud ocupacional y ergónomos, según las disponibilidades y realidades”, dijo.

Se sugiere igualmente realizar siempre una observación inicial o un reconocimiento de los puestos de trabajo, lo cual constituye una etapa esencial para la evaluación y control de los factores de riesgo.

“Esto nos permite conocer el proceso y las diversas condiciones a tener en cuenta  para una correcta evaluación. También, permite identificar los factores de riesgo, elegir la estrategia de muestreo o recolección de datos más adecuada, y las posteriores evaluaciones específicas, siendo por lo tanto fundamental para la credibilidad e interpretación de los resultados finales”, dijo el especialista.

Las evaluaciones de los puestos de trabajo deben planificarse, antes incluso de las visitas a terreno. Así, hay que tener en cuenta datos tales como la tarea desarrollada, el horario más adecuado para la visita, periodos de descanso, colación, peak productivos y los momentos o etapas más representativas del proceso, lo que permite que al lugar se acuda en los momentos para realizar una correcta evaluación, y no acudiendo en circunstancias en que la producción es baja, o al final de la jornada o en momentos en que los trabajadores no se encuentran presentes, entre otras cosas.

Caroca sostuvo que es importante también conocer antecedentes epidemiológicos de accidentes y/o enfermedades, y causas de ausentismo, que se pueden corroborar y analizar posteriormente, además de solicitar informes de evaluaciones ya realizadas, pudiendo establecer comparaciones, y generar un historial de las condiciones de trabajo.

El profesional indicó que la guía también hace hincapié en insistir entre las empresas sobre lo sustantivo que resulta considerar la variación de las tareas y las situaciones de trabajo, “y para eso no debemos limitarnos a revisar sólo manuales de procedimientos, sino acercarnos a lo que realmente sucede en la empresas con el manejo manual de cargas, promoviendo la participación de los trabajadores no solo en las entrevistas iniciales sino también en la evaluación más profunda y en las soluciones”.

La Guía puede revisarse y/o descargarse en https://ispch.cl/saludocupacional/material_referencia