Instituto de Salud Pública

Como una victoria para las familias chilenas calificó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, la aprobación de la ley de fármacos por parte de la Cámara de Diputados. Ahora solo resta que Comisión de Salud del Senado se pronuncie sobre el proyecto, para que la iniciativa concluya su trámite legislativo.

Tras la votación de los diputados, las personas podrán acceder a la intercambiabilidad de sus recetas con medicamentos de marca por remedios bioequivalentes, los que producen el mismo efecto terapéutico, pero que tienen un menor costo.

A la vez, la bioequivalencia pasa de estar descrita a través decretos a tener un estatus legal mayor, ya que su definición queda establecida al interior de la ley de fármacos.

Lo aprobado también permite que en las comunas de menos de 10 mil habitantes o distantes a más de 100 kilómetros de otros centros poblados, sean los centros de salud pública los que puedan vender remedios a las personas.

En la línea de facilitar el acceso, se aprobó también que los medicamentos sin receta médica estén con sus precios impresos a disposición del público en las góndolas de las farmacias.

El fraccionamiento, es decir que se venda los remedios de acuerdo a lo prescrito (unidades) y no por cajas, también fue aprobado lo que permite que se compre sólo lo que se necesita, lo que permitirá disminuir el valor de las recetas en beneficio de los pacientes.

“Este es un proyecto que claramente está en el corazón de este gobierno.  Ha sido un mandato del Presidente de la República avanzar en cómo logramos que nuestros conciudadanos, sobre todo los más pobres, tengan acceso a medicamentos de calidad certificada al menor costo posible. Esta es la idea central y lo que se aprobó hoy día apunta a ese sentido”, afirmó el ministro de Salud.

Informó que lo aprobado “permite la coexistencia, en comunas que ahora no se podía, de almacenes farmacéuticos y farmacias”.

Añadió que “se permite que recintos asistenciales públicos, que hasta ahora no podían vender medicamentos en localidades aisladas puedam hacerlo y de esa manera permitir que la gente, especialmente con patología crónicas, que no tienen ninguna posibilidad de dejar esos tratamientos, los adquieran”.

“Desde el punto de vista de la intercambiabilidad o bioequivalencia, todos los conceptos propios de bioequivalencia han sido aprobados”, informó Mañalich.

Sostuvo que “nos habría gustado mucho más la obligación que quien prescribe la receta anote el nombre genérico del medicamento. Sin embargo, creemos que podemos insistir en este tema en el Senado y además, llamar a la ciudadanía a que siempre que se le hace una receta médica, por un nombre de fantasía, le exija al profesional que anote el nombre genérico del medicamento que está recibiendo”.

“Queremos apurarnos con este proyecto de ley, vamos a mantener la suma urgencia en el Senado y esperamos lograr acuerdos que permitan que los chilenos y chilenas tengan a la brevedad una mayor protección ante un mercado tan monopólico  consolidado y tan abusador como es el mercado de las farmacias y de los laboratorios farmacéuticos”, concluyó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

 Fuente: MINSAL