Para actualizar conocimientos en las normas, directrices y otras recomendaciones del Codex Alimentarius, punto de referencia para los requerimientos internacionales tanto técnicos como económicos sobre inocuidad alimentaria, experta del Instituto de Salud Pública de Chile participó en la 7ª Reunión del Comité del Codex sobre contaminantes de alimentos realizada en Moscú, Federación Rusa.
El encuentro estuvo presidido por el Sr. Martijn Weijtens, Jefe de Unidad del Departamento de la Cadena de Suministro Animal y Bienestar Animal del Ministerio de Asuntos Económicos de los Países Bajos, y asistieron 180 delegados, representantes de 62 países, una organización miembro (UE), 5 organizaciones internacionales gubernamentales y 9 organizaciones internacionales no gubernamentales.
Excepcionalmente en esta oportunidad asistieron delegados de 11 países de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana y Trinidad y Tobago.
En representación del Instituto de Salud Pública de Chile participó la jefa de la Unidad de Coordinación de Laboratorios Ambientales del Departamento de Salud Ambiental del Instituto de Salud Pública de Chile, Q.F. MSc. Enedina Lucas, quien presentó la posición de nuestro país en materia de contaminantes y sustancias tóxicas naturalmente presentes en los alimentos, lo que permite posteriormente armonizar las normas nacionales con las del Codex Alimentarius, a través de los Comités Técnicos de Normalización sobre productos alimentarios, tanto para el consumo interno como para su exportación. Entre estos esfuerzos cabe destacar el realizado en las siguientes materias de interés comercial para nuestro país:
• Niveles máximos de Plomo para zumos de fruta, leche, preparados para lactantes, frutas y hortalizas en conserva y cereales en grano.
• Niveles máximos de deoxinivalenol (DON) en los cereales y productos a base de cereales y planes de muestreo asociados.
• Código de Prácticas (CP) para prevenir y reducir la contaminación del cacao por Ocratoxina A.
• CP para el control de malezas a fin de prevenir y reducir la contaminación de los alimentos y los piensos con alcaloides de pirrolizidina (AP).
• Cambios en la redacción de la Norma General para los Contaminantes y las Toxinas presentes en los alimentos y los piensos.
• CP para prevenir y reducir la contaminación en el arroz por el arsénico.
• Revisión del nivel de referencia para el metilmercurio en el pescado y peces predadores.
• Medidas de control de las fumonisinas en el maíz y los productos del maíz.
• Documento de debate sobre las aflatoxinas en los cereales
• Cadmio: Evaluación de la exposición en el cacao.
La participación del Instituto de Salud Pública de Chile en representación de nuestro país, permite la actualización en materias relacionadas con la inocuidad alimentaria y en la normativa internacional sobre alimentos. “De esta manera, a través del rol como Laboratorio de Referencia en nuestro país, apoyamos las actividades regulatorias del Ministerio de Salud; y las de análisis de laboratorio en el trabajo que se realiza en regiones a través de la Seremis de Salud”, indicó Lucas
Agregó que este tipo de encuentros permite a nuestro país participar en la revisión de documentos relacionados con el análisis de riesgos en materias de inocuidad alimentaria, y su aplicación en Chile. “El reconocimiento específico de las normas, directrices y recomendaciones del Codex suscita un considerable interés por las actividades de cada una de las comisiones que se constituyen. Por consiguiente, la asistencia a las reuniones del Codex, especialmente por parte de los países en desarrollo, es cada vez más apremiante”, explicó la experta del Instituto de Salud Pública de Chile.
Las normas del Codex Alimentarius son especialmente importantes en los Tratados de Libre Comercio (TLC), citando sus normas como requisitos básicos que deben cumplir los Estados Miembros, pasando a formar parte del marco jurídico dentro del cual se está facilitando el comercio internacional.
De esta manera Chile se posiciona en el contexto internacional en materia de inocuidad y, con ello, contribuye a su participación en el comercio con los países con los que mantiene intercambio comercial en el ámbito de los alimentos de manera adecuada y respondiendo a los acuerdos internacionales suscritos por el país.