Instituto de Salud Pública

Un llamado a la población a no consumir adelgazantes sin prescripción médica, formuló hoy el Director del Instituto de Salud Pública de Chile, Stephan Jarpa Cuadra.  Asimismo, advirtió que los únicos autorizados para la venta de este tipo de productos son las farmacias formalmente establecidas.
Más de un millón de dosis entre el 2010 y el 2013 han sido retiradas del mercado por no cumplir con las condiciones de calidad, por anunciarse como productos naturales sin serlo, por no contar con registro sanitario, o por venderse ilegalmente de formas y lugares no autorizados.
“Una persona  podría verse enfrentada a serios riesgos para su salud, incluso vitales, si toma una dosis de este tipo de adelgazantes en las condiciones que no son las debidas; estamos hablando de aquellos productos que son traficados en nuestro país y que desgraciadamente se ofrecen en ferias libres, algunos gimnasios y por Internet”, sostuvo la autoridad.
Jarpa precisó que los adelgazantes que corresponden a la figura de medicamentos, sólo se expenden en farmacias y poseen un código numérico del Registro del Instituto de Salud Pública, que certifica que cumple con todos los estándares que lo hacen seguro para la salud de las personas.
El personero indicó además que todo medicamento conlleva un riesgo si su consumo no es supervisado por un profesional de la salud, por lo que recomienda que su uso sólo debe ser bajo estas condiciones.
“La situación no es distinta con los adelgazantes, por lo que hacemos un llamado a no automedicarse, así como también, a evitar adquirir productos de este tipo si no es en un establecimiento formalmente establecido y que cuenten con su respectiva autorización sanitaria”, dijo.
Dos de los casos de adelgazantes emblemáticos del último tiempo han sido la Sibutramina y el Meyzitang. En el primer caso, es un producto farmacéutico con efectos anorexígenos a través de la inhibición del apetito, y respecto del cual se ha comprobado efectos secundarios dañinos por lo que fue retirado del mercado chileno el año 2010.
El otro caso es el Meysitang, un compuesto presuntamente natural introducido desde China y que se estaba comercializando ilegalmente y sin registro sanitario en el país; al momento de ser analizado por el ISP, se determinó que contenía altas dosis de Sibutramina en su composición, y que no era declarada en su fórmula.
La Sibutramina medicada inadecuadamente tiene efectos adversos; entre los más frecuentes están la taquicardia,  hipertensión, intranquilidad, insomnio, aumento de la sudoración y sequedad bucal. En el caso de quienes padecen glaucoma, podrían incluso perder la vista por el aumento de la presión intraocular.
“De ahí el agravante del Meyzitang, pues, junto con venderse ilegalmente, se ofrecía como natural en circunstancias que no lo era. Cuando hicimos los análisis en el ISP se comprobó que cada cápsula difería la concentración de Sibutramina, y algunas de ellas tenían hasta 45 mg, en circunstancias que la dosis terapéutica recomendada hasta antes de su retiro era de hasta 10 mg”, recordó.
El director del ISP subrayó, eso sí, que “éste no es un tema contra los productos naturales, pero claramente estamos frente a un engaño cuando un adelgazante se ofrece como natural sin serlo, pues pone en grave riesgo la salud de las personas y, de paso, comete un ilícito”.
Finalmente, el titular del Instituto afirmó que “no existen productos mágicos que nos vayan a hacer bajar de peso milagrosamente. La mejor forma de llegar a un ‘verano sin polera’ es consultando al médico, teniendo una vida saludable y activa, una alimentación saludable, tal como lo incentiva Ministerio de Salud a través de su campaña Elige Vivir Sano”.

Un llamado a la población a no consumir adelgazantes sin prescripción médica, formuló hoy el Director del Instituto de Salud Pública de Chile, Stephan Jarpa Cuadra.  Asimismo, advirtió que los únicos autorizados para la venta de este tipo de productos son las farmacias formalmente establecidas.

Más de un millón de dosis entre el 2010 y el 2013 han sido retiradas del mercado por no cumplir con las condiciones de calidad, por anunciarse como productos naturales sin serlo, por no contar con registro sanitario, o por venderse ilegalmente de formas y lugares no autorizados.

“Una persona  podría verse enfrentada a serios riesgos para su salud, incluso vitales, si toma una dosis de este tipo de adelgazantes en las condiciones que no son las debidas; estamos hablando de aquellos productos que son traficados en nuestro país y que desgraciadamente se ofrecen en ferias libres, algunos gimnasios y por Internet”, sostuvo la autoridad.

Jarpa precisó que los adelgazantes que corresponden a la figura de medicamentos, sólo se expenden en farmacias y poseen un código numérico del Registro del Instituto de Salud Pública, que certifica que cumple con todos los estándares que lo hacen seguro para la salud de las personas.

El personero indicó además que todo medicamento conlleva un riesgo si su consumo no es supervisado por un profesional de la salud, por lo que recomienda que su uso sólo debe ser bajo estas condiciones.

“La situación no es distinta con los adelgazantes, por lo que hacemos un llamado a no automedicarse, así como también, a evitar adquirir productos de este tipo si no es en un establecimiento formalmente establecido y que cuenten con su respectiva autorización sanitaria”, dijo.

Dos de los casos de adelgazantes emblemáticos del último tiempo han sido la Sibutramina y el Meyzitang. En el primer caso, es un producto farmacéutico con efectos anorexígenos a través de la inhibición del apetito, y respecto del cual se ha comprobado efectos secundarios dañinos por lo que fue retirado del mercado chileno el año 2010.

El otro caso es el Meysitang, un compuesto presuntamente natural introducido desde China y que se estaba comercializando ilegalmente y sin registro sanitario en el país; al momento de ser analizado por el ISP, se determinó que contenía altas dosis de Sibutramina en su composición, y que no era declarada en su fórmula.

La Sibutramina medicada inadecuadamente tiene efectos adversos; entre los más frecuentes están la taquicardia,  hipertensión, intranquilidad, insomnio, aumento de la sudoración y sequedad bucal. En el caso de quienes padecen glaucoma, podrían incluso perder la vista por el aumento de la presión intraocular.

“De ahí el agravante del Meyzitang, pues, junto con venderse ilegalmente, se ofrecía como natural en circunstancias que no lo era. Cuando hicimos los análisis en el ISP se comprobó que cada cápsula difería la concentración de Sibutramina, y algunas de ellas tenían hasta 45 mg, en circunstancias que la dosis terapéutica recomendada hasta antes de su retiro era de hasta 10 mg”, recordó.

El director del ISP subrayó, eso sí, que “éste no es un tema contra los productos naturales, pero claramente estamos frente a un engaño cuando un adelgazante se ofrece como natural sin serlo, pues pone en grave riesgo la salud de las personas y, de paso, comete un ilícito”.

Finalmente, el titular del Instituto afirmó que “no existen productos mágicos que nos vayan a hacer bajar de peso milagrosamente. La mejor forma de llegar a un ‘verano sin polera’ es consultando al médico, teniendo una vida saludable y activa, una alimentación saludable, tal como lo incentiva Ministerio de Salud a través de su campaña Elige Vivir Sano”.