En puntapié inicial de este encuentro fue el anuncio de la conformación de la Comisión Nacional de ETESA integrada por representantes del Ministerio de Salud, del Instituto de Salud Pública de Chile, Fonasa, Cenabast y la Superintendencia de Salud. Instancia cuyo objetivo es instaurar y coordinar las distintas acciones que se están desarrollando en nuestro país con miras a institucionalizar el proceso de la Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETESA), como el mecanismo que respalda la toma de decisiones en salud.
Lo anterior, sustentado en que este proceso de análisis, permite medir la eficacia, efectividad, eficiencia y seguridad de las Tecnologías Sanitarias en medicamentos, dispositivos, preparados biológicos, kits de diagnósticos y procedimientos médicos que van en directo beneficio de la población.
En palabras del Subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz “ETESA debe contribuir a la calidad y al buen uso público de los recursos”. En este sentido, se enmarca también dentro de la Estrategia Nacional de Salud 2011-2020, ya que ésta permite orientar el estudio de las Tecnologías Sanitarias que se requerirán para el cumplimiento de los objetivos trazados.
Entre los exponentes, Marianella Castillo del Departamento Economía de la Salud del MINSAL, explicó el marco conceptual de ETESA, la definición dada por la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Evaluación sistemática de propiedades, efectos y/o impacto de las tecnologías sanitarias (…) su principal propósito es informar a los tomadores de decisiones relacionados con las tecnologías sanitarias”.
En esta línea, ejemplificó que así como la Medicina Basada en la Evidencia otorga información que alimenta pre guías clínicas, ETESA también es un input para informar coberturas, eficiencias, costos beneficios y la toma de decisiones.
El GES, de hecho, es un ejemplo de la aplicación de ETESA, porque en él se utiliza un criterio de priorización por el cual se otorgan y definen coberturas de diferentes patologías.
Sergio Poblete, del Depto. Economía de la Salud (MINSAL), presentó distintos modelos mundiales de la determinación de prioridades para la ETESA, focalizándose desde aquellas que generan controversias hasta otras de enfoque pragmático.
Sergio Loayza del Depto., de Economía de la Salud (Minsal), en tanto, explicó diferentes metodologías utilizadas para evaluar las Tecnologías Sanitarias, basadas en la búsqueda de evidencia e información.
Berenice Freile también del Depto., de Economía de la Salud (Minsal), ahondó respecto a la participación ciudadana dentro del proceso de ETESA, demostrando que falta participación o que ésta muchas veces se da una vez que el proceso está finalizado, por tanto, la idea es cultivar la integración.
En tanto, desde el ISP la Jefa del Subdepartamento de Estudios y ETESA del Departamento Asuntos Científicos, Dra. Marcela Cárcamo explicó el procedimiento para realizar un informe ETESA que contribuya a la toma de decisiones. En ese sentido, explicó que el informe debe ser comprensible y basado en la mejor evidencia disponible, además de que éste debe contar idealmente con antecedentes locales, respecto del comportamiento de las Tecnologías Sanitarias en el país.
La experta comentó además, que en bastantes ocasiones la rapidez con la que se debe abordar la investigación es fundamental, puesto que ésta debe sustentar decisiones inmediatas debido a las urgencias en salud pública.
También mencionó que debe considerarse que la variabilidad clínica de los estudios es alta, así como también que el proceso de análisis es complejo y que el resultado de la investigación, permitirá estimar el valor y el impacto social.
María Graciela Rojas, Jefa del Subdepartamento de Dispositivos Médicos de ANAMED de ISP comentó las modernizaciones que implementarán en 2013, tales como un sistema de vigilancia activa a través de talleres de sensibilización y la conformación de centros de tecnovigilancia a nivel hospitalario.
Estado del arte que se transformó en insumo para la tarea que enfrentan los expertos en nuestro país, cual es el de enfocar y dirigir el estudio de las Tecnologías Sanitarias a la disminución de los riesgos y, a la evaluación oportuna que respalde la toma de decisiones del sector salud.