Instituto de Salud Pública

¿Quién autoriza el uso de las vacunas en Chile?

En Chile, el Instituto de Salud Pública es la Autoridad Regulatoria Nacional encargada de   autorizar el uso de las vacunas en el país. El hecho de que una vacuna cuente con el registro sanitario garantiza que son de calidad, eficacia y seguridad comprobadas14.

¿Dónde puedo encontrar información de seguridad de vacunas?

Todas las vacunas poseen un folleto de información que se encuentra disponible en cada envase. Allí aparece información de seguridad de las vacunas como, por ejemplo: contraindicaciones, efectos adversos, advertencias y precauciones de empleo, indicación aprobada, entre otros datos. Además, se puede visitar los sitios sugeridos en las secciones de profesionales de la salud y público en general, en nuestro sitio web.

¿Producen ESAVI las vacunas? ¿Cuáles son las ESAVI más comunes?

Al igual que cualquier medicamento, las vacunas no están exentas de provocar reacciones adversas. En el caso de las vacunas usamos el término “Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación e Inmunización” (ESAVI), que se definen como cualquier ocurrencia médica (cualquier signo desfavorable o involuntario, hallazgo de laboratorio anormal, síntoma o enfermedad) que sigue a la inmunización y que no necesariamente tiene una relación causal con el uso de una vacuna, es decir, se trata de una sospecha que debe ser investigada aplicando una metodología de análisis de casos para establecer si existe la posible relación causal con la vacuna.

Las reacciones adversas a las vacunas más comunes son reacciones locales como dolor, hinchazón y enrojecimiento en el sitio de inyección, fiebre, malestares (dolor de cabeza, dolor muscular o diarrea) y por lo general se resuelven por sí mismas, sin necesidad de un manejo clínico15.

¿Qué se hace con la información de notificaciones enviadas a la sección de Farmacovigilancia de vacunas?

Con la información obtenida desde las notificaciones se realiza un monitoreo permanente del perfil de seguridad de la vacuna. La mayoría de los casos corresponden a reacciones ya descritas en literatura. Sin embargo, podrían presentarse nuevos antecedentes, o aumentos de frecuencias de las reacciones conocidas, que es conveniente monitorizar permanentemente. De presentarse estos aumentos de frecuencia o nuevos antecedentes, se toman medidas regulatorias que mitiguen el riesgo.

Lamentablemente no es posible dar respuesta individual a cada notificador, por lo que se buscan estrategias que respondan a la totalidad de los notificadores, y que recopilan la información obtenida desde las notificaciones como por ejemplo:

  • Boletines de Farmacovigilancia de vacunas, presentes en este enlace, en donde se entrega información de ESAVI de interés (celulitis, anafilaxia, entre otras), y resolución de casos clínicos relevantes.
  • Dípticos para la población en general, en donde se entrega información de interés en forma didáctica, para la población.
  • Notas informativas, presentes en este enlace, en donde se entrega información de seguridad importante sobre las vacunas. Actualmente disponemos de dos notas informativas: 1.- Vacuna Rotavirus e invaginación intestinal; 2.- Vacunas vivas atenuadas no deben ser administradas a pacientes con inmunosupresión clínica significativa.
  • Capacitaciones para personal de la salud y público en general

¿Cómo nace el mito de que las vacunas causan autismo?

Hoy se sabe que no existe una relación causal entre la aplicación de una vacuna y el autismo. Esta creencia nace luego de un estudio publicado en 1998, realizado por el médico gastroenterólogo Andrew Wakefield, que, a través del estudio de 12 niños con trastornos generalizados del desarrollo asociados con síntomas gastrointestinales, relacionó a 8 de ellos con problemas de comportamiento (autismo) asociados temporalmente con la administración de la vacuna triple vírica que protege contra el sarampión, paperas y rubéola9. Se demostró que este estudio estaba mal diseñado, tenía graves sesgos y sus conclusiones eran falsas, ya que los síntomas presentados por los participantes del estudio habían ocurrido mucho antes de la aplicación de la vacuna o mucho después de ésta, además se habían ordenado procedimientos invasivos innecesarios a los niños sin la aprobación del comité de ética y, paralelamente, el autor presentaba conflictos de interés, ya que había solicitado patentes de vacunas para competir con la vacuna triple vírica10. A raíz de esto, Lancet, la revista que había publicado su trabajo, se retractó del artículo11 y, además, al autor del artículo se le quitó la licencia para el ejercicio de la medicina10. Lamentablemente, esta publicación generó en su momento un estado de pánico generalizado, que provocó una disminución en las tasas de inmunización en el Reino Unido y, con esto, nuevos brotes de sarampión. Desde ese momento, se realizaron varios estudios y revisiones sistemáticas para comprobar si existe un vínculo entre el autismo y la vacuna triple vírica, no encontrando evidencia.

Existen estudios específicos que ayudan a la discusión con los padres, como las revisiones sistemáticas de Cochrane, estudios epidemiológicos que demuestran que no existe una relación de causalidad entre el autismo y las vacunas, existiendo incluso algunos estudios que muestran un aumento los casos de autismo cuando se retira el timerosal de la vacuna, y recursos en línea como la base de datos de la Academia Estadounidense de Pediatría sobre la seguridad de la vacuna triple vírica12,13.

¿Qué es el timerosal?

El timerosal o tiomersal es un conservante utilizado en las vacunas para evitar el crecimiento de hongos y bacterias en ellas. Si no se utilizan conservantes, existe un alto riesgo de contaminación, lo que puede causar síntomas graves e incluso la muerte. Solo algunas de las vacunas usadas en Chile contienen timerosal. Estas son: vacuna pentavalente, vacuna influenza estacional, vacuna antirrábica y vacuna contra hepatitis B16.

 

REFERENCIAS

(9) Wakefield, A. Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children. The Lancet. [En Línea] 1998;351(9103): 637-641. Disponible en: https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(97)11096-0.pdf [Consultada 26.06.2018].

(10) Institute for vaccine safety Johns Hopkins Bloomberg school of public health. Do vaccine cause autism? [En Línea]. Disponible en: http://www.vaccinesafety.edu/vs-autism.htm [Consultada 30.04.2018].

(11) Horton, R. A statement by the editors of The Lancet. The Lancet. [En Línea] 2004;363(9411): 820-821. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673604156997?via%3Dihub [Consultada 26.06.2018].

(12) Bester, J. Measles and Measles Vaccination: A Review. JAMA Pediatr. 2016;170(12): 1209 – 1215.

(13) American Academy of Pediatrics. Vaccine safety: Examine the Evidence. [En Línea]. Disponible en: https://www.aap.org/en-us/Documents/immunization_vaccine_studies.pdf  [Consultada 31.07.2018].

(14) World Health Organization. Vaccine Safety Basics e-learning course Module 5 Core functions specific to vaccine. [En Línea]. Disponible en: http://vaccine-safety-training.org/core-functions-specific-to-vaccines.html [Consultada 26.06.2018].

(15) World Health Organization. Supplementary information on vaccine safety Part 2: background rates of adverse events following immunization. [En Línea]. Disponible en: http://apps.who.int/iris/handle/10665/66675 [Consultada 26.06.2018].

(16) Instituto de Salud Pública de Chile. Boletín N°2: Las vacunas con timerosal son seguras. [En Línea]. Disponible en: https://ispch.cl/sites/default/files/Boletin02- Timerosal en vacunas 06032017A.pdf [Consultada 26.06.2018].