El Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) realiza un llamado a la ciudadanía a comprar medicamentos sólo en farmacias, ya que garantizan la calidad, seguridad y eficacia del producto farmacéutico.

El comercio ilegal de medicamentos en lugares no establecidos, como por ejemplo la vía pública, páginas web y redes sociales se ha convertido en una mala práctica penada por la ley que pone en riesgo la salud de las personas.

El ISP, es responsable del control de los medicamentos durante todo su ciclo de vida, desde las etapas previas a la distribución hasta su control posterior por medio de la farmacovigilancia. Todo producto farmacéutico importado o fabricado en el país, para ser distribuido o utilizado a cualquier título en el territorio nacional deberá contar previamente con registro sanitario.

El registro sanitario de una especialidad farmacéutica consiste en un proceso de evaluación y estudio sistemático de sus propiedades farmacéuticas, farmacológicas, toxicológicas y clínicas, destinado a verificar su calidad, seguridad y eficacia, que se traduce en una inscripción en un rol especial con numeración correlativa que mantiene el Instituto, que habilita y autoriza su distribución y uso en el país.

Existen más de 3.000 farmacias en la región Metropolitana autorizadas por el ISP para la compra de fármacos, muchos de ellos, bajo prescripción médica. Además, los medicamentos deben usados por una cantidad de tiempo determinada según el diagnóstico del profesional de la salud.

Los medicamentos que se venden por la vía ilegal, se exponen a malas condiciones de almacenamiento y a altas temperaturas por lo que no cumplen con el efecto esperado, y podrían ocasionar reacciones no favorables, como: sarpullidos, problemas de presión, dolor abdominal, entre otros.

Es por esto que, el Instituto ha dispuesto un formulario para realizar las denuncias de medicamentos que presentan anomalías atribuibles a un producto farmacéutico falsificado, tales como carencia del respectivo registro y venta en lugares no autorizados sanitariamente para dichos fines.

Cualquier medicamento independiente sea de marca o genérico puede ser falsificado, lo que implica que estos pueden no contener los ingredientes declarados en su rotulación y/o contener ingredientes que ponen en grave riesgo la salud, pudiendo incluso, ser mortales. Cabe destacar que cualquier producto farmacéutico que no sea vendido por una farmacia, pasa a ser un medicamento falsificado establecido por el Código Sanitario.

Las personas que ofrecen productos farmacéuticos en lugares no autorizados se exponen a multas desde el área penal e incluso a una sanción sanitaria.